• Frutas con granola y yogurt (5 fresas, 25 kcal, ½ manzana, 50 kcal con 2 cucharadas de granola, 60 kcal y ½ taza de yogurt natural, 75 kcal)
• ½ torta de jamón con queso Oaxaca (½ bolillo sin migajón, 80 kcal, 1 rebanada de jamón de 30 gr, 55 kcal, 30 gr de queso Oaxaca, 55 kcal con salsa al gusto)
• Café, te o agua sin azúcar al gusto
Información Nutricional:
Equivalentes:
Páginas
- La Conferencia Más Larga Sobre Diabetes
- Video Chats y Programas de Radio
- 100 Días, 100 Chefs, 100 Recetas, 2009
- 100 Días, 100 Chefs, 100 Recetas, 2010
- 100 Días, 100 Chefs MUJERES, 100 Recetas, 2012
- 100 Días, 100 Chefs, 100 Recetas, 2013
- 100 Días, 100 Chefs, 100 Recetas, 2014
- Más Recetas -Aptas Para Diabéticos-
- Investigaciones Sobre La Diabetes
- Pirámide De Los Alimentos
jueves, 27 de diciembre de 2007
Desayuno (primer alimento del día) Nº 2 (400 kcal)
• 1 taza leche semi descremada con café soluble al gusto (120 kcal) y 1 sobre de sustituto de azúcar
• 1 sándwich de jamón cocido (2 rebanadas de pan de barra integral, 155 kcal, 1 cucharada de mayonesa light o 1/8 de aguacate, 45 kcal, una rebanada de 30 gr de jamón cocido, 55 kcal y lechuga picada con 1 rebanada delgada de jitomate)
• ½ naranja dulce (25 kcal)
Información Nutricional:
Equivalentes:
• 1 sándwich de jamón cocido (2 rebanadas de pan de barra integral, 155 kcal, 1 cucharada de mayonesa light o 1/8 de aguacate, 45 kcal, una rebanada de 30 gr de jamón cocido, 55 kcal y lechuga picada con 1 rebanada delgada de jitomate)
• ½ naranja dulce (25 kcal)
Información Nutricional:
Equivalentes:
Desayuno (primer alimento del día) Nº 1 (390 kcal)
• ½ taza de cereal integral (70 kcal) con ½ taza de leche semi descremada (60 kcal)
• 1 quesadilla (tortilla de maíz de 30 gr, 70 kcal con 45 gr de queso Oaxaca, 85 kcal y 1 hoja de epazote)
• Salsa Pico de Gallo al gusto
• ½ taza de papaya amarilla (50 kcal) con 2½ cucharadas de queso Cottage (55 kcal)
Información Nutricional:
Equivalentes:
• 1 quesadilla (tortilla de maíz de 30 gr, 70 kcal con 45 gr de queso Oaxaca, 85 kcal y 1 hoja de epazote)
• Salsa Pico de Gallo al gusto
• ½ taza de papaya amarilla (50 kcal) con 2½ cucharadas de queso Cottage (55 kcal)
Información Nutricional:
Equivalentes:
Monitoreo de su Azúcar
Algunas personas se revisan los niveles de azúcar en la sangre dos o tres veces a la semana; otras lo hacen una vez al día y otras más lo hacen 3 ó 4 veces al día. Se puede hacer en ayunas; antes o después del alimento principal del día; antes de irse a dormir e incluso durante la noche. Si sus niveles de azúcar en sangre son altos o bajos, quizás deba cambiar su plan de alimentación, de ejercicios o medicamentos. Recuerda que el buen control de la diabetes tiene 4 "pilares" fundamentales:
1.- Alimentación,
2.- Ejercicios,
3.- Medicamento y
4.- EDUCACION DIABETOLÓGICA.
Hace algunas décadas atrás el monitoreo de azúcar era "a ojo de buen cubero". Se hacía con unas tiras reactivas de papel sensitivo que se mojaba de orines, se esperaba un par de minutos. El papelito cambiaba de color y se comparaba con una gráfica que generalmente había en el envase de las tiras reactivas.
Ahora existen aparatos electrónicos que dan un resultado más preciso. El monitoreo es a través de una muestra de sangre capilar. Hay de diferentes marcas y modelos.
1.- Alimentación,
2.- Ejercicios,
3.- Medicamento y
4.- EDUCACION DIABETOLÓGICA.
Hace algunas décadas atrás el monitoreo de azúcar era "a ojo de buen cubero". Se hacía con unas tiras reactivas de papel sensitivo que se mojaba de orines, se esperaba un par de minutos. El papelito cambiaba de color y se comparaba con una gráfica que generalmente había en el envase de las tiras reactivas.
Ahora existen aparatos electrónicos que dan un resultado más preciso. El monitoreo es a través de una muestra de sangre capilar. Hay de diferentes marcas y modelos.
La Prueba de A1c
La prueba de A1c es una prueba estándar que muestra la cantidad promedio de azúcar (glucosa) en la sangre durante los últimos 30 días. El A1c puede medirse con un análisis de sangre realizado en un laboratorio o en el consultorio de su médico.
El llevar un control del A1c es sumamente importante ya que, a medida que pasa el tiempo, el alto nivel de azúcar en la sangre puede derivar en problemas, como por ejemplo daños en los vasos sanguíneos.
Consulte a su médico acerca de cuál debería de ser su A1c objetivo. Aun cuando su A1c sea realmente más que elevado que lo recomendado, recuerde que cada uno de los pasos que realice para alcanzar su A1c objetivo ayudará a reducir el riesgo de tener problemas asociados a la diabetes.
De acuerdo a las pautas recomendadas en 2006 por la “Asociación Americana de la Diabetes” (ADA por sus siglas en inglés) el objetivo de A1c recomendado para pacientes con diabetes es inferior a 7%.
El llevar un control del A1c es sumamente importante ya que, a medida que pasa el tiempo, el alto nivel de azúcar en la sangre puede derivar en problemas, como por ejemplo daños en los vasos sanguíneos.
Consulte a su médico acerca de cuál debería de ser su A1c objetivo. Aun cuando su A1c sea realmente más que elevado que lo recomendado, recuerde que cada uno de los pasos que realice para alcanzar su A1c objetivo ayudará a reducir el riesgo de tener problemas asociados a la diabetes.
De acuerdo a las pautas recomendadas en 2006 por la “Asociación Americana de la Diabetes” (ADA por sus siglas en inglés) el objetivo de A1c recomendado para pacientes con diabetes es inferior a 7%.
martes, 18 de diciembre de 2007
Por eso muchacha no partas ahora
Cualquier diagnóstico de alguna dolencia de por vida se vive en un primer momento como una catástrofe punto de no regreso.
Entre ellas la diabetes y avanzo que no busco refugio en la fácil apelación al "mal de muchos consuelo de tontos" aunque no dejo de mirar a mi lado.
Y no puede ser de otra manera si no somos más que una hoja suelta en el viento, aspiramos al cambio, a la novedad, a una nueva ráfaga que nos suba más alto, otro poco más, más arriba.
Cuando nos informan que esto no cambiará sentimos que nos castigan y nos obligan a quedarnos sentados en la silla de la sobremesa cuando todos los primos se fueron a corretear por el fondo persiguiendo a las lagartijas que se esconden entre las piedras.
Y entonces viene de nuevo ese verso de aquella canción que decía que al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas.
Pero esta tarde con un significado diferente convertido en hoja que ama la vida en la defensa alegre de las simples cosas.
Porque no estoy de acuerdo, no me dejaré atrapar entre las ramas de la melancolía, y me escaparé una vez más de la silla de la sobremesa.
Para perseguir lagartijas con la prima rubia con la que comencé asospechar algunas simples cosas.
No tengo regreso y las cosas simples me llevan al vuelo a los nuevos sitios donde amo la vida o aquellos sitios como el del parque de Paris que visité una vez.
Rubén
PD.: Por si se les ocurre consultar la fuente de la canción de las simples cosas en
domingo, 16 de diciembre de 2007
Dolor y síntomas relacionados con el dolor en la diabetes
Como mencionáramos en la entrada previa El dolor crónico en diabéticos es un error considerar que "la diabetes no duele". Es cierto que se trata de una enfermedad en la que el dolor no es una característica distintiva, a diferencia de otras enfermedades crónicas como la artrosis, la insuficiencia coronaria, el colon irritable, etc., pero si hay dolor en la diabetes este síntoma está señalando un compromiso mayor de la enfermedad, porque se relaciona con la aparición de daño neurológico. Esta complicación lamentablemente frecuente de la diabetes suele comprometer varios territorios (de aquí su nombre médico polineuropatía), pero se focaliza principalmente en los miembros inferiores y es un elemento particularmente importante del pie diabético.
Algunas de las manifestaciones más notorias del dolor relacionado con la
diabetes ya fueron mencionadas (calambres, sensación de pinchazos o
adormecimiento), pero existen otra serie de signos y síntomas que vale la
pena tomar en cuenta. Entre ellos, podemos mencionar:
- Sensibilidad al contacto
Algunos diabéticos presentan extrema sensibilidad ante mínimos estímulos, como apenas tocar ciertas áreas de la superficie cutánea; las zonas más afectadas por este síntoma suelen ser las más alejadas (pies, manos)
- Debilidad muscular
No se trata de una manifestación semejante al dolor, pero sí muy
relacionada con él. Se produce por la afectación del sistema nervioso, específicamente de las ramas nerviosas que facilitan o permiten el movimiento. De este modo, pueden aparecer problemas en la marcha o en la capacidad para tomar o transportar cosas en la mano. Todo ello puede asociarse con la existencia de dolor, en sus distintas modalidades.
- Problemas de equilibrio
Las mismas alteraciones neurológicas que provocan dolor pueden ser las responsables de problemas, en ocasiones importantes, en el mantenimiento del equilibrio. Los pacientes se sienten inestables, con dificultades en la coordinación de la marcha y proclives a caerse.
Muchos de estos síntomas o signos no constituyen las primeras manifestaciones de la neuropatía diabética, sino estadios algo más avanzados del problema. Por ese motivo los especialistas recomiendan no pasar por alto la aparición del dolor, particularmente en los miembros inferiores, como primera señal de alarma. La consulta ante los primeros síntomas permite encarar los estudios necesarios para llegar al diagnóstico y a las medidas de tratamiento.
Recuerde que aunque los antiinflamatorios habituales para el tratamiento de otros cuadros dolorosos pueden ser muy útiles, muchas veces no son suficientes o resultan inadecuados en la polineuropatía diabética, y su médico decidirá la necesidad de otras medidas terapéuticas.
Editora Médica Digital, noviembre de 2007
Algunas de las manifestaciones más notorias del dolor relacionado con la
diabetes ya fueron mencionadas (calambres, sensación de pinchazos o
adormecimiento), pero existen otra serie de signos y síntomas que vale la
pena tomar en cuenta. Entre ellos, podemos mencionar:
- Sensibilidad al contacto
Algunos diabéticos presentan extrema sensibilidad ante mínimos estímulos, como apenas tocar ciertas áreas de la superficie cutánea; las zonas más afectadas por este síntoma suelen ser las más alejadas (pies, manos)
- Debilidad muscular
No se trata de una manifestación semejante al dolor, pero sí muy
relacionada con él. Se produce por la afectación del sistema nervioso, específicamente de las ramas nerviosas que facilitan o permiten el movimiento. De este modo, pueden aparecer problemas en la marcha o en la capacidad para tomar o transportar cosas en la mano. Todo ello puede asociarse con la existencia de dolor, en sus distintas modalidades.
- Problemas de equilibrio
Las mismas alteraciones neurológicas que provocan dolor pueden ser las responsables de problemas, en ocasiones importantes, en el mantenimiento del equilibrio. Los pacientes se sienten inestables, con dificultades en la coordinación de la marcha y proclives a caerse.
Muchos de estos síntomas o signos no constituyen las primeras manifestaciones de la neuropatía diabética, sino estadios algo más avanzados del problema. Por ese motivo los especialistas recomiendan no pasar por alto la aparición del dolor, particularmente en los miembros inferiores, como primera señal de alarma. La consulta ante los primeros síntomas permite encarar los estudios necesarios para llegar al diagnóstico y a las medidas de tratamiento.
Recuerde que aunque los antiinflamatorios habituales para el tratamiento de otros cuadros dolorosos pueden ser muy útiles, muchas veces no son suficientes o resultan inadecuados en la polineuropatía diabética, y su médico decidirá la necesidad de otras medidas terapéuticas.
Editora Médica Digital, noviembre de 2007
sábado, 15 de diciembre de 2007
El dolor crónico en diabéticos
La diabetes es una enfermedad metabólica crónica cuya incidencia ha aumentado de manera notoria en los últimos años, posiblemente por factores vinculados al estilo de vida de la población, especialmente en los países con estilo de vida occidental.
El aumento en las cifras de pacientes diabéticos en la población mundial plantea otra problemática especial, que es la de las complicaciones crónicas que se presentan a medida que transcurren los años de enfermedad.
Las complicaciones crónicas de la diabetes abarcan 2 tipos de fenómenos: aquellos vinculados con el daño de las arterias de pequeño y de gran calibre, y el compromiso de las fibras nerviosas -tanto de las que se relacionan con la sensibilidad o la motricidad en los miembros superiores e inferiores, como las que inervan a los órganos internos, como la vejiga, el intestino y el aparato genital-.
Es precisamente el compromiso neurológico de la diabetes, también conocido como neuropatía, el que puede asociarse con un síntoma temido: el dolor crónico.
Dolor crónico en la diabetes mellitus
La existencia del dolor crónico en la población diabética resulta frecuente y especialmente indeseable en este tipo de pacientes.
En efecto, expertos de La Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, EE.UU., confirmaron los prejuicios de experimentar ese tipo de dolencia con relación al control de la diabetes.
Sus resultados surgen de un análisis llevado a cabo para establecer los efectos del dolor crónico en el autocuidado de la diabetes. El término de "autocuidado de la diabetes" se refiere a las pautas de tratamiento y de controles que debe seguir todo diabético para poder mantener a raya a su enfermedad. Este planteo terapéutico incluye la administración de la medicación en tiempo y forma, el cumplimiento de un plan alimentario y de ejercicios físicos, regular, y la realización de pruebas de control de glucemia, mediante punción digital.
Este estudio, practicado sobre 993 pacientes asistidos en el Hospital de Veteranos estadounidense , se basó en los datos recolectados en una encuesta, en la que se definió como dolor crónico a la presencia de dolor durante más de 6 meses, en el pasado año. Para extraer conclusiones válidas, se efectuó el ajuste de la información obtenida, a variables tales como condiciones socioeconómicas, pertenencia a grupos raciales diversos, y otros factores propios de la salud de los individuos que tomaron parte de la investigación.
Alrededor del 60% de los pacientes informaron acerca de la existencia de dolor crónico. Se trataba en general del subgrupo de enfermos de menor edad que los que no tenían dolor crónico, eran en su mayoría mujeres, presentaban un mayor índice de masa corporal (ecuación utilizada para valorar de manera directa la existencia de peso normal, elevado o reducido) y fueron mayoritariamente usuarios de insulina.
Lo más notorio del estudio fue la asociación significativa entre presencia de dolor crónico y mal control de la diabetes. En efecto, la existencia de dolor persistente traía una mayor dificultad para seguir las recomendaciones médicas respecto a los planes de alimentación y de actividad física. Los problemas para cuidar su diabetes fueron mayores entre aquellos con formas de dolor grave o muy grave, con relación a los que padecían cuadros dolorosos moderados o leves.
Teniendo en cuenta los resultados observados, la Dra. Sarah Krein, que lideró el grupo de estudio que publicó sus hallazgos en la prestigiosa revista médica Diabetes Care en enero de 2005, recomienda extremar las medidas terapéuticas para mejorar las complicaciones de la enfermedad en este grupo de pacientes.
Respecto al dolor crónico en diabéticos, constituye una problemática muy frecuente a cargo de los neurólogos, y de manera permanente se encuentran en desarrollo productos específicos para su resolución, además de las medidas comunes para el tratamiento propio de los cuadros dolorosos.
Editora Médica Digital, mayo de 2005
El aumento en las cifras de pacientes diabéticos en la población mundial plantea otra problemática especial, que es la de las complicaciones crónicas que se presentan a medida que transcurren los años de enfermedad.
Las complicaciones crónicas de la diabetes abarcan 2 tipos de fenómenos: aquellos vinculados con el daño de las arterias de pequeño y de gran calibre, y el compromiso de las fibras nerviosas -tanto de las que se relacionan con la sensibilidad o la motricidad en los miembros superiores e inferiores, como las que inervan a los órganos internos, como la vejiga, el intestino y el aparato genital-.
Es precisamente el compromiso neurológico de la diabetes, también conocido como neuropatía, el que puede asociarse con un síntoma temido: el dolor crónico.
Dolor crónico en la diabetes mellitus
La existencia del dolor crónico en la población diabética resulta frecuente y especialmente indeseable en este tipo de pacientes.
En efecto, expertos de La Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, EE.UU., confirmaron los prejuicios de experimentar ese tipo de dolencia con relación al control de la diabetes.
Sus resultados surgen de un análisis llevado a cabo para establecer los efectos del dolor crónico en el autocuidado de la diabetes. El término de "autocuidado de la diabetes" se refiere a las pautas de tratamiento y de controles que debe seguir todo diabético para poder mantener a raya a su enfermedad. Este planteo terapéutico incluye la administración de la medicación en tiempo y forma, el cumplimiento de un plan alimentario y de ejercicios físicos, regular, y la realización de pruebas de control de glucemia, mediante punción digital.
Este estudio, practicado sobre 993 pacientes asistidos en el Hospital de Veteranos estadounidense , se basó en los datos recolectados en una encuesta, en la que se definió como dolor crónico a la presencia de dolor durante más de 6 meses, en el pasado año. Para extraer conclusiones válidas, se efectuó el ajuste de la información obtenida, a variables tales como condiciones socioeconómicas, pertenencia a grupos raciales diversos, y otros factores propios de la salud de los individuos que tomaron parte de la investigación.
Alrededor del 60% de los pacientes informaron acerca de la existencia de dolor crónico. Se trataba en general del subgrupo de enfermos de menor edad que los que no tenían dolor crónico, eran en su mayoría mujeres, presentaban un mayor índice de masa corporal (ecuación utilizada para valorar de manera directa la existencia de peso normal, elevado o reducido) y fueron mayoritariamente usuarios de insulina.
Lo más notorio del estudio fue la asociación significativa entre presencia de dolor crónico y mal control de la diabetes. En efecto, la existencia de dolor persistente traía una mayor dificultad para seguir las recomendaciones médicas respecto a los planes de alimentación y de actividad física. Los problemas para cuidar su diabetes fueron mayores entre aquellos con formas de dolor grave o muy grave, con relación a los que padecían cuadros dolorosos moderados o leves.
Teniendo en cuenta los resultados observados, la Dra. Sarah Krein, que lideró el grupo de estudio que publicó sus hallazgos en la prestigiosa revista médica Diabetes Care en enero de 2005, recomienda extremar las medidas terapéuticas para mejorar las complicaciones de la enfermedad en este grupo de pacientes.
Respecto al dolor crónico en diabéticos, constituye una problemática muy frecuente a cargo de los neurólogos, y de manera permanente se encuentran en desarrollo productos específicos para su resolución, además de las medidas comunes para el tratamiento propio de los cuadros dolorosos.
Editora Médica Digital, mayo de 2005
viernes, 14 de diciembre de 2007
Un día en la vida de un diabético
**La Voz del Interior - Córdoba 12/11/2007 *
Se calcula que una de cada cinco personas mayores de 65 años tiene
diabetes. En nuestro país, hay alrededor de dos millones de personas que la
padecen. De ellas, se supone que un 35 por ciento no están enteradas, ya que
en el 85 por ciento de los casos, es asintomática.
En la mayoría de los casos es una enfermedad derivada de la obesidad. Es el
factor de riesgo más importante porque determina la insulino-resistencia,
que lleva al agotamiento de la función del páncreas. Pero más allá de esta
causa, hay otros motivos que pueden producir esa disfunción. Y si el
páncreas fabrica poca insulina, se dificulta el ingreso de la glucosa a las
células y la persona acusa falta de energías. De allí, la necesidad de su
administración.
Para enterarnos de cómo se vive con la diabetes, se presentan aquí dos
historias de vida unidas por el apego a la diaria rutina de los chequeos y
la compensación hormonal.
*Diabetes infantil tipo I. *Juan Bautista (9 años) convive con su diabetes
tipo I (insulino-dependiente), una enfermedad autoinmune, desde los 6.
Gracias a que su padre es médico, pudieron sospechar y detectarla enseguida.
Hoy se mide el nivel de glucosa cuatro veces por día antes de cada comida.
Utiliza el aparato medidor de glucemia digital. "Se pincha, coloca la gota
de sangre sobre una tira reactiva que está conectada al aparato y lee en
números, el nivel de glucemia de ese momento", dice su mamá.
Se aplica insulina basal por lo menos dos veces por día, antes de desayunar
y antes de cenar. "Según los niveles de glucemia que van surgiendo en el
día, le damos también otra insulina de acción más rápida. Si, por ejemplo,
un día prevemos que va a comer una cantidad mayor de hidratos de carbono,
acompañamos esa ingesta con más insulina para que en la próxima medición el
valor no esté tan alto", acota. Felizmente, su familia tiene una prepaga que
le cubre todo el costo del tratamiento. "Como es una enfermedad que está
dentro del PMO –Plan Médico Obligatorio–, tanto la obra social como la
prepaga deben hacerlo", afirma la entrevistada.
Superado el shock de la noticia, hoy toda la familia vive una vida normal.
"Lo más difícil de aceptar es la rigidez de los horarios para tener los
niveles de glucosa controlados. Sé que a Juan Bautista le gustaría romper la
rutina y vivir con más espontaneidad. Aunque quisiera, no podría irse a la
cama sin cenar. Muchas veces, al regreso de un cumpleaños, los chicos se van
a dormir sin cenar. Eso en nuestra vida es imposible. Como se aplica
insulina por la noche, tiene que ingerir una cierta cantidad de comida para
poder pasar la noche. A veces, también lamenta no poder comer todo lo que
quisiera o todo lo que comen sus compañeritos. Como es chico, todavía
protesta", cuenta su madre. Claro que puede comer unos chocolates
especiales, pero siempre en una cantidad acotada y con cierta dosis de
insulina administrada. De todos modos, su mamá reconoce que ha concientizado
la situación.
Cuando le baja el nivel de glucemia, Juan Bautista siente una sensación de
hambre muy profunda, acompañada de malestar. A veces se pone pálido. "Hay
que levantar esa hipoglucemia con azúcar y a los 15 minutos tiene que comer
una fruta o un pancito. Si ya es la hora de comer, eso se suple con la
comida que llega", dice la madre.
Juan Bautista va a la escuela de doble jornada. Tiene dos hermanos y muchos
amigos. Hace varios deportes. Va a los campamentos del colegio y con la
ayuda de los profesores, sigue su tratamiento al pie de la letra. "En
nuestra vida, la diabetes no nos pesa. La llevamos como un acompañante más.
Hay días en que ni siquiera nos acordamos de ella. Medimos las glucemias por
una cuestión de hábito y cuando son estables, celebramos que todos podamos
hacer una vida normal", relata. Y nos confiesa que a partir de esta
enfermedad, Juan Bautista pudo plantarse en la vida de otra manera y hacer
muchos cambios personales positivos.
*Diabetes tipo II adquirida. *Guillermo tiene 57 años y padece una
epilepsia. Adquirió una diabetes tipo II como consecuencia de la aplicación
de sueros dextrosados con corticoides para descomprimir un edema cerebral,
producido a posteriori de una biopsia que felizmente, dio negativa.
Hoy toma una batería de medicamentos. Unos 15 minutos antes de cenar, se
aplica ocho unidades de insulina humana para asegurar que durante la noche
los valores se normalicen y el páncreas trabaje. El médico le ha dicho que
en el caso de la diabetes tipo I, el páncreas deja de trabajar, pero en los
del tipo II, "se pone dormilón y no quiere trabajar". "Con ese toquecito de
insulina más la medicación que tomo, conseguimos hacerlo trabajar. De
niveles que superaban los 200 mg/dl de glucemia en sangre, llegamos a tener
valores 90", dice.
Su obra social le cubre el 70 por ciento de la medicación diabetológica y el
ciento por ciento de la insulina. El laboratorio le obsequió la jeringa.
Recibe 400 tiras reactivas por año. "Necesitaría hacer la medición tres
veces por día. A 365 días por año, requeriría 1.095 tiras. Tendría que
comprar las tiras faltantes. Atendiendo esta cuestión de costos, de común
acuerdo con mi médico, me mido una vez, o dos, como mucho", relata.
En el caso de Guillermo, no bien le baja el nivel de glucosa, siente que la
mano empieza a temblarle. Pero, además, siente frío cuando la temperatura es
templada o cálida. "Cuando veo que estoy con pulóver y los demás no lo usan,
me doy cuenta y me mido. A veces me da 42, cuando el mínimo es 65. Entonces
como dos cucharadas de azúcar, si estoy en casa; o me pongo en la boca uno
de los dos caramelos específicos que llevo en el bolsillo para cuando estoy
caminando por la calle y siento un ligero mareo. Unos 20 minutos después, se
restablece el nivel", agrega.
"Si, en cambio, el nivel de glucosa sube, me doy cuenta por la sequedad de
la boca. Cuando la boca está con saliva, ya sé que está dentro del valor
normal o más bajo. Si al despertarme siento esa sequedad, lo primero que
hago es pincharme y medirme. Si me da un valor excedido, reduzco la ingesta
permitida ese día", afirma.
Guillermo también hace una vida normal. Es un jubilado con una vida muy
activa. Siempre está arreglando y pintando alguna parte de su casa, o
haciendo trabajos de carpintería para los hijos que aunque ya dejaron el
nido, siguen demandando. Además, sale a andar en bicicleta con su mujer casi
todas las tardes y frecuenta a sus amigos.
Se calcula que una de cada cinco personas mayores de 65 años tiene
diabetes. En nuestro país, hay alrededor de dos millones de personas que la
padecen. De ellas, se supone que un 35 por ciento no están enteradas, ya que
en el 85 por ciento de los casos, es asintomática.
En la mayoría de los casos es una enfermedad derivada de la obesidad. Es el
factor de riesgo más importante porque determina la insulino-resistencia,
que lleva al agotamiento de la función del páncreas. Pero más allá de esta
causa, hay otros motivos que pueden producir esa disfunción. Y si el
páncreas fabrica poca insulina, se dificulta el ingreso de la glucosa a las
células y la persona acusa falta de energías. De allí, la necesidad de su
administración.
Para enterarnos de cómo se vive con la diabetes, se presentan aquí dos
historias de vida unidas por el apego a la diaria rutina de los chequeos y
la compensación hormonal.
*Diabetes infantil tipo I. *Juan Bautista (9 años) convive con su diabetes
tipo I (insulino-dependiente), una enfermedad autoinmune, desde los 6.
Gracias a que su padre es médico, pudieron sospechar y detectarla enseguida.
Hoy se mide el nivel de glucosa cuatro veces por día antes de cada comida.
Utiliza el aparato medidor de glucemia digital. "Se pincha, coloca la gota
de sangre sobre una tira reactiva que está conectada al aparato y lee en
números, el nivel de glucemia de ese momento", dice su mamá.
Se aplica insulina basal por lo menos dos veces por día, antes de desayunar
y antes de cenar. "Según los niveles de glucemia que van surgiendo en el
día, le damos también otra insulina de acción más rápida. Si, por ejemplo,
un día prevemos que va a comer una cantidad mayor de hidratos de carbono,
acompañamos esa ingesta con más insulina para que en la próxima medición el
valor no esté tan alto", acota. Felizmente, su familia tiene una prepaga que
le cubre todo el costo del tratamiento. "Como es una enfermedad que está
dentro del PMO –Plan Médico Obligatorio–, tanto la obra social como la
prepaga deben hacerlo", afirma la entrevistada.
Superado el shock de la noticia, hoy toda la familia vive una vida normal.
"Lo más difícil de aceptar es la rigidez de los horarios para tener los
niveles de glucosa controlados. Sé que a Juan Bautista le gustaría romper la
rutina y vivir con más espontaneidad. Aunque quisiera, no podría irse a la
cama sin cenar. Muchas veces, al regreso de un cumpleaños, los chicos se van
a dormir sin cenar. Eso en nuestra vida es imposible. Como se aplica
insulina por la noche, tiene que ingerir una cierta cantidad de comida para
poder pasar la noche. A veces, también lamenta no poder comer todo lo que
quisiera o todo lo que comen sus compañeritos. Como es chico, todavía
protesta", cuenta su madre. Claro que puede comer unos chocolates
especiales, pero siempre en una cantidad acotada y con cierta dosis de
insulina administrada. De todos modos, su mamá reconoce que ha concientizado
la situación.
Cuando le baja el nivel de glucemia, Juan Bautista siente una sensación de
hambre muy profunda, acompañada de malestar. A veces se pone pálido. "Hay
que levantar esa hipoglucemia con azúcar y a los 15 minutos tiene que comer
una fruta o un pancito. Si ya es la hora de comer, eso se suple con la
comida que llega", dice la madre.
Juan Bautista va a la escuela de doble jornada. Tiene dos hermanos y muchos
amigos. Hace varios deportes. Va a los campamentos del colegio y con la
ayuda de los profesores, sigue su tratamiento al pie de la letra. "En
nuestra vida, la diabetes no nos pesa. La llevamos como un acompañante más.
Hay días en que ni siquiera nos acordamos de ella. Medimos las glucemias por
una cuestión de hábito y cuando son estables, celebramos que todos podamos
hacer una vida normal", relata. Y nos confiesa que a partir de esta
enfermedad, Juan Bautista pudo plantarse en la vida de otra manera y hacer
muchos cambios personales positivos.
*Diabetes tipo II adquirida. *Guillermo tiene 57 años y padece una
epilepsia. Adquirió una diabetes tipo II como consecuencia de la aplicación
de sueros dextrosados con corticoides para descomprimir un edema cerebral,
producido a posteriori de una biopsia que felizmente, dio negativa.
Hoy toma una batería de medicamentos. Unos 15 minutos antes de cenar, se
aplica ocho unidades de insulina humana para asegurar que durante la noche
los valores se normalicen y el páncreas trabaje. El médico le ha dicho que
en el caso de la diabetes tipo I, el páncreas deja de trabajar, pero en los
del tipo II, "se pone dormilón y no quiere trabajar". "Con ese toquecito de
insulina más la medicación que tomo, conseguimos hacerlo trabajar. De
niveles que superaban los 200 mg/dl de glucemia en sangre, llegamos a tener
valores 90", dice.
Su obra social le cubre el 70 por ciento de la medicación diabetológica y el
ciento por ciento de la insulina. El laboratorio le obsequió la jeringa.
Recibe 400 tiras reactivas por año. "Necesitaría hacer la medición tres
veces por día. A 365 días por año, requeriría 1.095 tiras. Tendría que
comprar las tiras faltantes. Atendiendo esta cuestión de costos, de común
acuerdo con mi médico, me mido una vez, o dos, como mucho", relata.
En el caso de Guillermo, no bien le baja el nivel de glucosa, siente que la
mano empieza a temblarle. Pero, además, siente frío cuando la temperatura es
templada o cálida. "Cuando veo que estoy con pulóver y los demás no lo usan,
me doy cuenta y me mido. A veces me da 42, cuando el mínimo es 65. Entonces
como dos cucharadas de azúcar, si estoy en casa; o me pongo en la boca uno
de los dos caramelos específicos que llevo en el bolsillo para cuando estoy
caminando por la calle y siento un ligero mareo. Unos 20 minutos después, se
restablece el nivel", agrega.
"Si, en cambio, el nivel de glucosa sube, me doy cuenta por la sequedad de
la boca. Cuando la boca está con saliva, ya sé que está dentro del valor
normal o más bajo. Si al despertarme siento esa sequedad, lo primero que
hago es pincharme y medirme. Si me da un valor excedido, reduzco la ingesta
permitida ese día", afirma.
Guillermo también hace una vida normal. Es un jubilado con una vida muy
activa. Siempre está arreglando y pintando alguna parte de su casa, o
haciendo trabajos de carpintería para los hijos que aunque ya dejaron el
nido, siguen demandando. Además, sale a andar en bicicleta con su mujer casi
todas las tardes y frecuenta a sus amigos.
jueves, 13 de diciembre de 2007
Costumbres Alimenticias
Como añoro aquellos tiempos idos en los que el alimento principal: la comida se podía hacer en familia. Cuando todos los integrantes de mi familia nos reuníamos alrededor de la mesa y había una buena charla de sobremesa. Y es que Tijuana hace algunos años era una ciudad mediana en que las distancias eran relativamente cortas y la gente podía ir a su casa a comer tranquilamente. Mi abuelo materno, un contador honesto cerraba su oficina en la calle primera y negrete a la 1 de la tarde y enfilaba a su casa, después de comer dormía la siesta una media hora y a las 2:45 nuevamente a trabajar hasta las 7 de la tarde.
Y es que en las ciudades medias aquí en México se hacen tres alimentos por lo regular, siendo la comida el alimento principal. En la mañana antes de salir a trabajar un buen desayuno como a eso de las 8:00; luego entre 1 y 3 de la tarde una buena comida y entre las 8 y 9 de la noche de cena, algo ligero.
Esta costumbre nos viene de más de 5 siglos de tradición, o sea; desde antes de la conquista de los españoles. Los españoles a diferencia de otros colonizadores se ayudaron de los nativos de estas nuevas tierras para ellos, para conquistar a los enemigos naturales de estos: los aztecas. No así los ingleses que conquistaron las tierras del nuevo mundo matando y exterminando a los indios pieles rojas y demás; los españoles al preservar la vida de los naturales de estas zonas preservaron también sus costumbres y se adaptaron mutuamente a ellas.
En las ciudades pequeñas mayoritariamente campesina es un poco diferente. La hora de levantarse es entre las 4 y 5 de la mañana y solo toman algo ligero para quitarse el ayuno: un café negro con una pieza de pan dulce ¡y a trabajar!. La mujeres mientras van al molino a moler el maíz para hacer las tortillas y prepararle unos tacos de algún guiso; mismo que llevan hasta donde están sus maridos. Esto es el almuerzo como a las 9 o 10 de la mañana. Como a la 1:00 salen de laborar y la comida es como entre las 2 y 3 de la tarde. Ya en la ciudad tanto hombres como mujeres siguen trabajando en diversos oficios y como a eso de las 6 o 7 de la tarde la cena y ¡a dormir! para al día siguiente seguir con la misma rutina.
Volviendo a las ciudades medianas, no están muy lejos de esas costumbres. Recuerdo que cuando iba a la primaria, antes de salir corriendo de casa para no llegar tarde, me tomaba un licuado enooorme con 2 huevos y fruta -porque era mucho alimento-. Ya en la escuela a las 10:00 era el recreo y en aquel tiempo se acostumbraba llevar "lonche"; ahora les dan dinero para que el niño se compre en la "tiendita" y terminan comprándose comida chatarra, pura basura. Salíamos a las 12 y a esperar al abuelo para comer como mencioné lineas arriba.
Ahora Tijuana esta convertida en una ciudad grande con distancias enormes de la casa al centro de trabajo y con un trafical superlativo. Así que no hay mucha diferencia entre las costumbres alimenticia del campesino en los pueblos o ciudades chicas que el de los estudiantes o el de los obreros y empleados en las grandes ciudades. Estos últimos salen de su casa entre las 6 y 6:30 con "algo" en la "panza" y a correr para checar tarjeta a las 7:00 de la mañana; salen a las 10:00 a "lonchear" y si bien les va y traen algo que comer, comieron "sano" si no, al puesto de: tacos, tortas, tamales, gorditas, tlacoyos, fritangas, con la consabida soda o refresco (bebidas gaseosas) y rapidito porque hay que regresar a la chamba. Salen a las 3 por lo general y ente las 4 y 5 de la tarde es la comida, el alimento principal. Como a eso de las 8 o 9 antes del noticiero, la cena que es algo ligero.
Tijuana es una ciudad fronteriza, colinda con San Ysidro, CA y más allá Chula Vista y más allá San Diego. Diariamente van a trabajar, legal o ilegalmente por aquellas tierras alrededor de 500 mil personas que viven en Tijuana, por lo que se tienen que levantar y des-ayunar. En Estados Unidos tienen la costumbre de tomar el "lonch" a las 12 del día. Es una costumbre que no perdonan; puede estarse cayendo el mundo, pero a las 12 hacen un alto en sus actividades porque es la hora del "lonch". y el alimento principal, que ellos llaman "Cena" es entre 6 y 7 de la noche. Ellos si que se van a la cama con la "panza llena". Esto hace que las costumbres mexicanas y americanas se mezclen y surja una cultura mexico-americana.
En próximas entradas iré ampliando más sobre las costumbres alimenticias de esta región.
Y es que en las ciudades medias aquí en México se hacen tres alimentos por lo regular, siendo la comida el alimento principal. En la mañana antes de salir a trabajar un buen desayuno como a eso de las 8:00; luego entre 1 y 3 de la tarde una buena comida y entre las 8 y 9 de la noche de cena, algo ligero.
Esta costumbre nos viene de más de 5 siglos de tradición, o sea; desde antes de la conquista de los españoles. Los españoles a diferencia de otros colonizadores se ayudaron de los nativos de estas nuevas tierras para ellos, para conquistar a los enemigos naturales de estos: los aztecas. No así los ingleses que conquistaron las tierras del nuevo mundo matando y exterminando a los indios pieles rojas y demás; los españoles al preservar la vida de los naturales de estas zonas preservaron también sus costumbres y se adaptaron mutuamente a ellas.
En las ciudades pequeñas mayoritariamente campesina es un poco diferente. La hora de levantarse es entre las 4 y 5 de la mañana y solo toman algo ligero para quitarse el ayuno: un café negro con una pieza de pan dulce ¡y a trabajar!. La mujeres mientras van al molino a moler el maíz para hacer las tortillas y prepararle unos tacos de algún guiso; mismo que llevan hasta donde están sus maridos. Esto es el almuerzo como a las 9 o 10 de la mañana. Como a la 1:00 salen de laborar y la comida es como entre las 2 y 3 de la tarde. Ya en la ciudad tanto hombres como mujeres siguen trabajando en diversos oficios y como a eso de las 6 o 7 de la tarde la cena y ¡a dormir! para al día siguiente seguir con la misma rutina.
Volviendo a las ciudades medianas, no están muy lejos de esas costumbres. Recuerdo que cuando iba a la primaria, antes de salir corriendo de casa para no llegar tarde, me tomaba un licuado enooorme con 2 huevos y fruta -porque era mucho alimento-. Ya en la escuela a las 10:00 era el recreo y en aquel tiempo se acostumbraba llevar "lonche"; ahora les dan dinero para que el niño se compre en la "tiendita" y terminan comprándose comida chatarra, pura basura. Salíamos a las 12 y a esperar al abuelo para comer como mencioné lineas arriba.
Ahora Tijuana esta convertida en una ciudad grande con distancias enormes de la casa al centro de trabajo y con un trafical superlativo. Así que no hay mucha diferencia entre las costumbres alimenticia del campesino en los pueblos o ciudades chicas que el de los estudiantes o el de los obreros y empleados en las grandes ciudades. Estos últimos salen de su casa entre las 6 y 6:30 con "algo" en la "panza" y a correr para checar tarjeta a las 7:00 de la mañana; salen a las 10:00 a "lonchear" y si bien les va y traen algo que comer, comieron "sano" si no, al puesto de: tacos, tortas, tamales, gorditas, tlacoyos, fritangas, con la consabida soda o refresco (bebidas gaseosas) y rapidito porque hay que regresar a la chamba. Salen a las 3 por lo general y ente las 4 y 5 de la tarde es la comida, el alimento principal. Como a eso de las 8 o 9 antes del noticiero, la cena que es algo ligero.
Tijuana es una ciudad fronteriza, colinda con San Ysidro, CA y más allá Chula Vista y más allá San Diego. Diariamente van a trabajar, legal o ilegalmente por aquellas tierras alrededor de 500 mil personas que viven en Tijuana, por lo que se tienen que levantar y des-ayunar. En Estados Unidos tienen la costumbre de tomar el "lonch" a las 12 del día. Es una costumbre que no perdonan; puede estarse cayendo el mundo, pero a las 12 hacen un alto en sus actividades porque es la hora del "lonch". y el alimento principal, que ellos llaman "Cena" es entre 6 y 7 de la noche. Ellos si que se van a la cama con la "panza llena". Esto hace que las costumbres mexicanas y americanas se mezclen y surja una cultura mexico-americana.
En próximas entradas iré ampliando más sobre las costumbres alimenticias de esta región.
sábado, 8 de diciembre de 2007
El Matarique, hipoglucemiante natural
En este estudio ya de hace varios, varios años se ve el trabajo serio por parte de investigadores mexicanos de la UMAN
El Matarique, hipoglucemiante natural
Por René Schwebel
Esta planta medicinal (Pscalium descompositium), utilizada por la herbolaria
mexicana desde tiempos ancestrales, hoy es objeto de estudio.
La diabetes es uno de los principales problemas de salud pública en México,
país que se ubica entre los de mayor número de casos registrados en el
mundo. Ante esta problemática, el matarique puede ser una alternativa para
quienes padecen la enfermedad, afirmó Manuel Jiménez-Estrada, del Instituto
de Química de la UNAM.
Señaló que esta planta medicinal, utilizada por la herbolaria mexicana desde
tiempos ancestrales, se estudia como alternativa para el tratamiento de la
diabetes.
Durante la conferencia "Plantas mexicanas usadas para el tratamiento de la
diabetes. El matarique y sus constituyentes hipoglumeciantes", realizada en
la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC), indicó que se ha
logrado identificar y validar su uso clínico.
Para ello, explicó, se constató que el té elaborado con raíces de
matarique -Pscalium descompositium -provoca actividad hipoglucémica al ser
administrada a ratones y conejos temporalmente hiperglucémicos. Sin embargo,
aún se tienen que realizar estudios toxicólogos más amplios para descartar
la presencia de efectos secundarios a pacientes que se les administre.
La planta de origen chihuahuense entidad norteña de México, informó, tiene
entre sus componentes más abundantes al cacalol, sustancia que al parecer
incide en el control del azúcar en los diabéticos. Sin embargo, se
necesitaría un kilogramo de la planta para obtener 3 gramos de este
compuesto, lo que ha motivado a los científicos a buscar la síntesis de
dicha sustancia.
A principios de la década de los 90, Jiménez-Estrada publicó los primeros
trabajos que realizó sobre la acción biológica de los componentes de la raíz
de Pscalium descompositium, en los cuales identificó sus principios activos
y reconoció a la sustancia denominada cacalol como una de las más activas.
Más tarde, investigadores del Instituto de Química confirmaron la estructura
de la planta por medio de rayos X.
Sobre la conservación y reproducción del matarique, mencionó que existen dos
problemas que se deben enfrentar. Por un lado, la dificultad de su
reproducción debido a que es una planta medicinal muy delicada de la que se
utiliza principalmente la raíz; por otro, el posible saqueo de la misma por
parte de laboratorios estadounidenses y japoneses.
Manifestó la necesidad de incrementar los estudios sobre esta planta, con el
fin de conseguir la síntesis orgánica de sus componentes; asimismo, se
pronunció por realizar estudios biotecnológicos para preservarla, los cuales
ha iniciado en su laboratorio.
El Matarique, hipoglucemiante natural
Por René Schwebel
Esta planta medicinal (Pscalium descompositium), utilizada por la herbolaria
mexicana desde tiempos ancestrales, hoy es objeto de estudio.
La diabetes es uno de los principales problemas de salud pública en México,
país que se ubica entre los de mayor número de casos registrados en el
mundo. Ante esta problemática, el matarique puede ser una alternativa para
quienes padecen la enfermedad, afirmó Manuel Jiménez-Estrada, del Instituto
de Química de la UNAM.
Señaló que esta planta medicinal, utilizada por la herbolaria mexicana desde
tiempos ancestrales, se estudia como alternativa para el tratamiento de la
diabetes.
Durante la conferencia "Plantas mexicanas usadas para el tratamiento de la
diabetes. El matarique y sus constituyentes hipoglumeciantes", realizada en
la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC), indicó que se ha
logrado identificar y validar su uso clínico.
Para ello, explicó, se constató que el té elaborado con raíces de
matarique -Pscalium descompositium -provoca actividad hipoglucémica al ser
administrada a ratones y conejos temporalmente hiperglucémicos. Sin embargo,
aún se tienen que realizar estudios toxicólogos más amplios para descartar
la presencia de efectos secundarios a pacientes que se les administre.
La planta de origen chihuahuense entidad norteña de México, informó, tiene
entre sus componentes más abundantes al cacalol, sustancia que al parecer
incide en el control del azúcar en los diabéticos. Sin embargo, se
necesitaría un kilogramo de la planta para obtener 3 gramos de este
compuesto, lo que ha motivado a los científicos a buscar la síntesis de
dicha sustancia.
A principios de la década de los 90, Jiménez-Estrada publicó los primeros
trabajos que realizó sobre la acción biológica de los componentes de la raíz
de Pscalium descompositium, en los cuales identificó sus principios activos
y reconoció a la sustancia denominada cacalol como una de las más activas.
Más tarde, investigadores del Instituto de Química confirmaron la estructura
de la planta por medio de rayos X.
Sobre la conservación y reproducción del matarique, mencionó que existen dos
problemas que se deben enfrentar. Por un lado, la dificultad de su
reproducción debido a que es una planta medicinal muy delicada de la que se
utiliza principalmente la raíz; por otro, el posible saqueo de la misma por
parte de laboratorios estadounidenses y japoneses.
Manifestó la necesidad de incrementar los estudios sobre esta planta, con el
fin de conseguir la síntesis orgánica de sus componentes; asimismo, se
pronunció por realizar estudios biotecnológicos para preservarla, los cuales
ha iniciado en su laboratorio.
El Anamú
No es mi intención el fomentar el uso de yerbas en forma indiscriminada, e irresponsable, sino simplemente anotar que hay en la naturaleza elementos benéficos para la salud y que toca a los investigadores hacer su labor y despues de un tiempo poner esos conocimientos al servicio del ser humano.
El Anamú
María Benedetti
WRTU
16 de noviembre de 2007
Conocida a través de Puerto Rico como la yerba que el chivo no mastica, el anamú es una yerba silvestre nativa de Borikén, América tropical y África tropical. El folclor antillano reconoce al anamú como una de las plantas mas poderosas de nuestra farmacopea, pues esta yerba se utiliza no sólo para desalojar parásitos intestinales y tratar los hongos internos y externos, sino también trata la sinusitis, el dolor, la diabetes y hasta el cáncer.
En Cuba, el anamú se cultiva en gran escala por su uso en la medicina y muy especialmente, en el tratamiento del cáncer. En el libro cubano titulado Anamú 4, el autor y médico Alberto De los Pollos Alcalá presenta docenas de historias clínicas basadas en el uso de anamú para tratar diversas clases de cáncer. El libro también contiene testimonios sobre el valor del anamú para tratar úlceras de las vías digestivas y de la piel, la psoriasis, la gastritis y la diabetes.
Y hablando de la diabetes el programa Tramil, ONG internacional dedicada al estudio de las plantas medicinales caribeñas, documenta que las decocciones del anamú ejercen un efecto hipoglucémico, bajando los niveles de glucosa sanguínea de los ratones en un 60 por ciento. El programa Tramil también documenta y recomienda un antiguo y muy efectivo método de tratar la sinusitis. Los guatemaltecos de ascendencia maya pulverizan los tallos y raíces del anamú y haciendo inhalaciones, acaban con la turbidez nasal.
Según la santiguadora cidreña Mariana Cruz Vázquez, los baños del anamú y las cataplasmas verdes de sus hojas machacadas, son el mejor remedio para la tendinitis y los dolores de la artrititis. Vecinos de la República Dominicana recomiendan los guarapillos de las hojas y raíces de anamú con un poco de sal para aliviar los dolores de la artritis. Y experimentos documentados por Tramin corroboran el folclor al demostrar que en ratones el anamú ejerce un marcado efecto para aliviar tanto el dolor como el edema.
Para ahuyentar los mosquitos de la casa, algunas abuelas pasaban el mapo con decocciones de anamú. Otras, confeccionaban escobas de las ramas de anamú y durante la época de lluvias las usaban para barrer desde el techo hasta el piso. Con nuestra recién epidemia del dengue, muchas personas se están tomando los teses de anamú como repelentes de mosquitos desde adentro. Su olor es muy fuerte a azufre, pero compensa saber que eres tan bravo, que te tomas lo que ni el cabro mastica. Fuente.
El Anamú
María Benedetti
WRTU
16 de noviembre de 2007
Conocida a través de Puerto Rico como la yerba que el chivo no mastica, el anamú es una yerba silvestre nativa de Borikén, América tropical y África tropical. El folclor antillano reconoce al anamú como una de las plantas mas poderosas de nuestra farmacopea, pues esta yerba se utiliza no sólo para desalojar parásitos intestinales y tratar los hongos internos y externos, sino también trata la sinusitis, el dolor, la diabetes y hasta el cáncer.
En Cuba, el anamú se cultiva en gran escala por su uso en la medicina y muy especialmente, en el tratamiento del cáncer. En el libro cubano titulado Anamú 4, el autor y médico Alberto De los Pollos Alcalá presenta docenas de historias clínicas basadas en el uso de anamú para tratar diversas clases de cáncer. El libro también contiene testimonios sobre el valor del anamú para tratar úlceras de las vías digestivas y de la piel, la psoriasis, la gastritis y la diabetes.
Y hablando de la diabetes el programa Tramil, ONG internacional dedicada al estudio de las plantas medicinales caribeñas, documenta que las decocciones del anamú ejercen un efecto hipoglucémico, bajando los niveles de glucosa sanguínea de los ratones en un 60 por ciento. El programa Tramil también documenta y recomienda un antiguo y muy efectivo método de tratar la sinusitis. Los guatemaltecos de ascendencia maya pulverizan los tallos y raíces del anamú y haciendo inhalaciones, acaban con la turbidez nasal.
Según la santiguadora cidreña Mariana Cruz Vázquez, los baños del anamú y las cataplasmas verdes de sus hojas machacadas, son el mejor remedio para la tendinitis y los dolores de la artrititis. Vecinos de la República Dominicana recomiendan los guarapillos de las hojas y raíces de anamú con un poco de sal para aliviar los dolores de la artritis. Y experimentos documentados por Tramin corroboran el folclor al demostrar que en ratones el anamú ejerce un marcado efecto para aliviar tanto el dolor como el edema.
Para ahuyentar los mosquitos de la casa, algunas abuelas pasaban el mapo con decocciones de anamú. Otras, confeccionaban escobas de las ramas de anamú y durante la época de lluvias las usaban para barrer desde el techo hasta el piso. Con nuestra recién epidemia del dengue, muchas personas se están tomando los teses de anamú como repelentes de mosquitos desde adentro. Su olor es muy fuerte a azufre, pero compensa saber que eres tan bravo, que te tomas lo que ni el cabro mastica. Fuente.
Se despertó de la siesta
Y se midió antes de la cena siguiendo todos los protocolos y marcó un 84 de lujo qué le voy a decir.Cuando venga de mala llamaré a la lista para consultar o para qué hemos venido Doña Melitus sino para escribir de vez en cuando en el blog del amigo Raúl.
Tranquilo y de buen humor comencé a preparar una bondiola en la cacerola essen, mantequita, hongos y arvejas; para cuando llegue la gallega de la escuela protestando contra todas las reformas educativas de la Provincia de Buenos Aires haciendo un respiro hondo ssshhhhsss para continuar como docente veterana contra sus respectivos ministros y secretarios de educación.
La dejaré resoplar mientras descorcho un Malbec Finca Natalina, caro pero sin exagerar, y ni se me va a ocurrir medirme de nuevo, ni tampoco desnudar una Tita, qué poca promesa de dulzura esa galletita tonta apenas bañada en chocolate mi Dios.
Mientras la galega se baña a su estilo de inmersión le llevaré el primer vaso del Finca Natalina mientras cuido los hongos para que estén hasta ahí.
Le avisaré que su hija envió un mail con fotos de su nieta.Y cuando salga del baño se olvidará de los alumnos para sonreir con la fotografía de una mocosa de ojos achinados vestida con alas transparentes de luciérnaga en su cumpleaños.
Fotos de Emilia, la nieta.
Iremos juntos en verano al mar en Santa Clara.
Salud y buen provecho
Rubén
Aclaración: Doña Melitus es mi modo de llamar a mi Diabetes Mellitus. Tomando en broma la cosa pero como mi manera de tomarla bien en serio
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