Y se midió antes de la cena siguiendo todos los protocolos y marcó un 84 de lujo qué le voy a decir.Cuando venga de mala llamaré a la lista para consultar o para qué hemos venido Doña Melitus sino para escribir de vez en cuando en el blog del amigo Raúl.
Tranquilo y de buen humor comencé a preparar una bondiola en la cacerola essen, mantequita, hongos y arvejas; para cuando llegue la gallega de la escuela protestando contra todas las reformas educativas de la Provincia de Buenos Aires haciendo un respiro hondo ssshhhhsss para continuar como docente veterana contra sus respectivos ministros y secretarios de educación.
La dejaré resoplar mientras descorcho un Malbec Finca Natalina, caro pero sin exagerar, y ni se me va a ocurrir medirme de nuevo, ni tampoco desnudar una Tita, qué poca promesa de dulzura esa galletita tonta apenas bañada en chocolate mi Dios.
Mientras la galega se baña a su estilo de inmersión le llevaré el primer vaso del Finca Natalina mientras cuido los hongos para que estén hasta ahí.
Le avisaré que su hija envió un mail con fotos de su nieta.Y cuando salga del baño se olvidará de los alumnos para sonreir con la fotografía de una mocosa de ojos achinados vestida con alas transparentes de luciérnaga en su cumpleaños.
Fotos de Emilia, la nieta.
Iremos juntos en verano al mar en Santa Clara.
Salud y buen provecho
Rubén
Aclaración: Doña Melitus es mi modo de llamar a mi Diabetes Mellitus. Tomando en broma la cosa pero como mi manera de tomarla bien en serio
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